"Is heaven just in my mind?..."

lunes, 15 de junio de 2009

Caminando junto al mar en una tarde de lluvia invisible, cuando los pasos de la gente son acolchados por el volumen de mis audífonos que reproducen con toda fidelidad "Heaven", de I Monster:


"Heaven is inside you
... Heaven, when I ride you... Heaven, do you want me?
...Is heaven just in my mind?"




Buscaba desesperada mis sentimientos colgados de una pared.
La rabia y toda mi pasión derramados sobre un cuadro que expresa mis deseos más ocultos...
Los pecados que siempre he deseado cometer, esos que no han de ser pedonados...ni Dios quiera que sean, pues. Porque si alguna vez fueran expiados, yo los he de cometer otra vez, y desembocar así en la espiral infinita de mis errores que será posteriormente adjuntada en la historia de todo lo vivido para mí. Un gratificante recuerdo, una extraña sensación...mis dedos descoloridos y chamuscados haciendo el amor a un papel, desde hoy hasta el día en que me muera.
Reconoceré el aroma de los químicos, de mi líbido al trazar sus ojos.
Los errores y las trampas. Sus cuerpos en blanco nuclear.
La visión de cada ser que se oculta tras el lienzo, la cual yo recordaré hasta mi último aliento.
Porque así es cómo deseo terminar mi historia.


Inmovil junto a un lapiz y una hoja de papel en blanco.












Pero no había nada colgado en la pared.
Ni personas junto a mí articulando su sorpresa ante tal acto macabro.
Ni uno de mis sentimientos ametrallado contra el muro blanco...y "Heaven" aún en mis odios.
Entonces comprendí que otros no me comprendían.
Todos se marchaban...o se estaban marchando. Incluso mis cuadros me dejaron en aquella habitación cargada de humedad.
Y de regreso a esa lata chirriante que me traslada desde un destino incierto hasta el lugar de mi existencia, caminando torpemente bajo el calabobos junto al mar...lentamente y silenciosa...cómo yo, seguía sonando "Heaven"...







...Lenta y silenciosa...


...pero al fin y al cabo, como nadie...a mi lado.


Sólo una historia más para no recordar...pero...
¿Dónde estarán los trazos en los que desafiaba a la muerte?...Desde luego NO en ninguna galería...y mucho menos en esa puta pared.

"Una historia verídica..."

martes, 2 de junio de 2009

noche del 29 de mayo de 2009...mundo inexistente:

En un mundo paralelo, muy distinto al nuestro, vivía una muchacha llamada Azul, Azul eléctrico.
Y su sino por excelencía era dibujar, incluso su razón de vivir.




Cada trazo que marcaba en el papel era único para ella, y nunca confundió línea o curva credada por su mano, pues según su criterio, todo lo que tocaba un lienzo tenía vida, y eran tan reales como inconfundibles.
Le gustaba mezclar colores, arrejuntarlos, separarlos, deformarlos...crearlos...
Mas había uno, uno solo, que le gustaba tal y como era.


El violeta.








La muchacha lo había elegido siempre como uno de sus principales y favoritos de la paleta, y lo consideraba hermoso e indispensable.
Y como si de una broma se tratara, el destino puso ante ella a una persona con el mismo nombre del color que la fascinaba.


Al principio, Azul no se sentía nada satisfecha con la personificación de la tonalidad que más deseaba. Lo encontraba extraño y...¡demasiado llamativo!
Quizá por que no le agradaba...quizá porque nunca hubo visto algo parecido...
Pero sin embargo, si esque las casualidades existen, se vieron obligados a encontrarse, a conocerse sin querer, a gustarse...o al menos así pensaba uno de los dos...

Azul comenzó a desarrollar un interés muy sospechoso en Violeta, y este, a su vez, correspondía su curiosidad con peligrosas respuestas...


El tiempo pasó, y los dos colores empezaron a conocer el uno del otro, y en el caso de la chica, quizá descubrió más de lo que deseaba:
Complicadas situaciones y correosos lazos ataban a violeta, que no hacía nada por liberarse ni cambiar su posición. Lo que llevaba a pensar a Azul eléctrico que estaba satisfecho respecto a sus decisiones, en las que ella por supuesto, no encajaba. "Pues un color nunca podría suplantar a otro".


Pero ya era tarde, y la muchacha vio como su pequeño corazón empezaba a marchitar después de todos los encuentros con violeta.



De seguir ese camino, sólo se haría daño así misma, y sus dibujos y todos sus demás sueños se verían afectados por el ferreo impulso de conservar a violeta.
Hasta que cayó en la cuenta de que aquel color no era, ni nunca fue suyo, por lo que no hubo ni había nada que conservar.







Resignada, intentó curarse de sus males, deshacerse de sus recuerdos, de sus besos, de sus caricias, de sus palabras, de su olor, de su sabor...de aquel color...pero le fue imposible.
Y sí, digo imposible porque no pudo borrar sus sentimientos...porque aquello a lo que ella se enfrentaba esta vez no era un lienzo, ni un trazo mal dibujado...ni un borrón.
Era un hombre, y su soporte, una enfermedad crónica que inscitaba a amar al ser humano.


Violeta permanecía en sus conjeturas y teorías del mundo y la oscuridad que este traía consigo. Manteniendo a Azul eléctrico desde un lejano punto de visión. Buscando a veces el color de la joven que lo esperaba timidamente. Su aroma y sus texturas...hasta que el límite de Azul fue desbordado, y decidió romper sus pinturas, embadurnar las paredes con colores terribles. Destruir el violeta que tanto amaba de aquel dibujo espinoso que había creado a lo largo de todo ese tiempo.









Pasaron las horas..........................y los días.
Las semanas...y los meses..............




....y aquel color que tanto dolor la producía, no se desdibujaba de su mente.
Seguía allí, tan vivo como siempre.

Comprendió que si él disfrutaba de otros colores, de otros sabores...de otras texturas, de otros lienzos, de otros lápices...de otros paisajes, de otras líneas...de otras curvas...ella lo aceptaría.
Porque al amarlo, la felicidad de violeta, se había convertido en la suya propia.








Y así fue como la noche del 29 de mayo, disfrutando de la presencia de su amado, se sentó a la mesa, celebrando junto a sus demás compañeros.
Muchas cosas habían sucedido en la vida de Violeta, y sus esquemas, sus teorías y sus pensamientos se habían reducido a escombros por la fatalidad de la vida. Por lo que sus malas sensaciones y momentos, eran esfumados por la propia Azul, o al menos eso intentaba la muy torpe...


En unos de los tan ya típicos delirios del joven, le pidió un beso a su acompañante.
Pero en vez de prestarle sus labios, la muchacha tuvo una reacción de lo más inesperada...






Azul eléctrico le regaló su corazón esa noche a Violeta, y lo tendió sobre sus manos.

Este, un tanto sorprendido, lo sostuvo con cuidado mientras ella cantaba una hermosa canción que contenía un sentimiento por cada nota de la melodía.
Escuchó en silencio todas las sensaciones que azul había ido recopilando y envolviendo con amor para mostrárlas esa noche...y quedó sobrecogido.
Se volvío hacia la muchacha, agradecido por la belleza que irradiaba el corazón que había entre sus manos, y, conmovido, lo devolvió a su dueña.

Violeta sentía cierta ternura por el gesto de azul, pero, al temer poder romper el corazón que esta le había regalado, se lo entregó de nuevo, para que así pudiera conservarlo.
De este modo, aunque no estuviesen del todo juntos, tampoco estarían separados y podrían conservar su amistad por siempre.
Azul eléctrico sonrió, y envolvió su amor con un lazo del color del hombre al que amaba, esperando que, algún día, violeta lo desenvolviera descubriendo el paraiso"











noche del 29 de mayo de 2009...mundo real:







-...¿De verdad quieres saber por qué no debo besarte?...





-...Sí

-...¿De verdad?

-...De veras...








































-...Porque te amo...








"........y la cara de violeta renació al sentir el corazón de azul en sus manos..."